El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha propuesto una medida audaz para abordar el persistente problema del robo de teléfonos móviles en el país sudamericano: la autodestrucción de dispositivos. En un país donde los hurtos de este tipo son una preocupación diaria, el gobierno busca implementar un software de autodestrucción como una solución innovadora.

Con más de 4,600 robos diarios de teléfonos móviles reportados en 2023, el problema del robo de celulares en Colombia es alarmante y en aumento, según las estadísticas policiales. La propuesta del presidente Petro busca desalentar este delito al hacer que los teléfonos robados sean inútiles una vez reportados por sus dueños.

El software de autodestrucción, conocido como kill switch, será la tecnología clave para esta estrategia. Este software desactiva los dispositivos móviles al eliminar todos los datos almacenados, lo que impide su uso futuro. Esta medida se ha implementado con éxito en lugares como California, Nueva York y Londres, donde se han registrado reducciones significativas en los robos de celulares.

El ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mauricio Lizcano, explicó que el kill switch busca deshabilitar el procesador del dispositivo, evitando que los ladrones lo reseteen y lo reutilicen. Aunque la propuesta es innovadora, el experto en derecho cibernético Juan Pablo Salazar advierte que requiere un estudio exhaustivo y que Colombia no tiene la capacidad tecnológica interna para implementarla.

A pesar de los desafíos, la medida del presidente Petro refleja la urgencia de abordar el robo de celulares en Colombia. Con más de 1,200,000 teléfonos robados en lo que va del año, las víctimas tienen la opción de presentar denuncias y desactivar los dispositivos a través de los operadores móviles. Sin embargo, el mercado negro de teléfonos robados sigue siendo una preocupación.

Para Hugo Acero, experto en seguridad y justicia, la efectividad del software propuesto dependerá de la capacidad del gobierno para desmantelar las estructuras del mercado negro y abordar la demanda de teléfonos robados. El bloqueo de IMEI actualmente se utiliza para desactivar los teléfonos robados, pero la nueva propuesta del gobierno busca una solución más radical.

En resumen, la autodestrucción de celulares representa un enfoque innovador para combatir el robo de teléfonos móviles en Colombia. Sin embargo, el éxito de esta estrategia dependerá de la cooperación del gobierno, los operadores móviles y la sociedad en su conjunto para enfrentar los desafíos técnicos y estructurales que enfrenta el país.